Buceo a pulmón.

Lo que comenzó siendo una técnica de pesca se ha convertido en una modalidad extrema del buceo. Cada vez hay más gente interesada en esta modalidad en la que se intentan superar los límites humanos de respiración.

Mucha gente piensa que es la forma más pura del buceo, ya que solo se necesita un equipamiento mínimo, confianza, valor, y condición física.

Y es que para ser apneista no es necesario bajar a grandes profundidades a pleno pulmón. Cualquier persona que haya buceado con tubo, y se haya sumergido para explorar el fondo marino lo ha practicado.

Actualmente existen dos organismos oficiales que regulan las marcas de los apneistas: AIDA (Association Internationale pour le Développement de l´Apnée) y FREE (Freediving Regulations and Education Entity). Los submarinistas compiten en varias categorías, normalmente en piscinas. La apnea estática, consiste en una prueba de resistencia con inmersión cronometrada en una piscina poco profunda. La apnea dinámica, es una prueba de distancia de buceo con una solo inspiración de aire. En aguas abiertas, los competidores intentan alcanzar la mayor profundidad, volviendo sanos a la superficie. Las competiciones de profundidad vienen definidas por unas condiciones sobre el uso de pesos o aletas.

Apnea en Piscinas

Apnea en mar abierto.

En la categoría “sin limites”, los buceadores bajan al fondo arrastrado pos unos pesos, y suben a la superficie propulsados por un airbag. Se han llegado a alcanzar los 200 metros de profundidad.

El buceo a pulmón también tiene sus riesgos. Las modalidades más extremas requieren que el cuerpo se quede prácticamente sin oxígeno, por lo que la pérdida de consciencia siempre es posible. Por ellos si se quieren explorar los límites del cuerpo se debe hacerlo bajo vigilancia, y habiendo asistido a algún curso de esta especialidad.